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MATTA.
BUENO PARA NADA.
Julián construye su obra de forma cinematográfica, superpone recuerdos, referencias y artilugios para delimitar la textura de una tristeza adyacente a la conciencia de que los cambios son inevitables. Las cosas se animan unas a otras y codifican los mensajes de líneas temporales que se entrecruzan con la nuestra. Pilas de diarios como días encimados, las horas en bucle, Peter Pan y la obstinada búsqueda de su sombra, una planta capturada en pantalla: todo está aquí, todo el tiempo.
Carlos Guitierrez curador de Bueno para Nada


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